Cancho Gordo

CanchoEn las estribaciones meridionales del macizo de Guadarrama sorprende la silueta de la sierra de La Cabrera, que traza la línea divisoria entre los municipios de Lozoyuela, Valdemanco y La Cabrera. El Cancho Gordo, con sus 1563 metros, señala el punto más alto de esta cordillera en miniatura, seguido, a sólo dos metros menos, por el Cancho Largo. Entre estos dos picos se  abre un espacio irregular, en dirección sur-norte, con pequeños desniveles. La superficie de la zona habitada gira en torno a los 3500 metros cuadrados. Por los  restos de las dos viviendas que quedan, percibimos que éstas eran colectivas, y estaban estratégicamente colocadas al abrigo de las rocas y orientadas hacia el sur.

De ellas, una en la base misma del Cancho Gordo, y la otra al comienzo de la pendiente hacia el sur. Este fue el lugar elegido por nuestros remotos antepasados para su asentamiento. La considerable altura del yacimiento lo convertía en un observatorio estratégico que dominaba por el sur el valle del Jarama y, por el norte, las cimas de Guadarrama y Somosierra. La altura y el no cómodo acceso al yacimiento del Cancho libroLACABRERACanchoGordo resultan un tanto extraños, y más si se tiene en cuenta la dura climatología del cerro en invierno. ¿Qué hechos o circunstancias llevaron a nuestros antepasados a elegir semejante paraje? Su carácter de observatorio pudo ser un motivo para ello; parece, sin embargo, que existió alguna circunstancia más. Cuando, llegados a la base del Cancho Gordo, inspeccionamos la zona, descubrimos que el yacimiento contó con un buen sistema defensivo. Los accesos a la parte habitada estaban cerrados con muros, de los que todavía son visibles abundantes restos. Estos revelan que la población vivía en situación de amenaza y, consiguientemente, de permanente vigilancia. Los accesos están cerrados por dos o tres muros escalonados a lo largo de la pendiente y en todos sus lados. Este hecho daría la respuesta a la pregunta formulada anteriormente: el establecimiento a semejante altura fue motivado por razones de seguridad y en la elección del lugar contó su privilegiada situación de observatorio.

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Varias son las posibilidades de acceso al yacimiento del Cancho Gordo. La más frecuentada está en la vertiente sur; es la más directa, aunque también la de mayor pendiente. Ésta arranca de la entrada del convento y sube zigzagueando por la cara frontal. También en la vertiente sur tenemos la ruta que, por el collado del Alfrecho, nos conduce a la cara norte del Cancho Gordo. Una tercera ruta nos la ofrece el sendero que, partiendo del Convento, se dirige hacia Valdemanco. Es una ruta más descansada que, bordeando hacia poniente la cara sur de la sierra, nos lleva también a la cara norte.